equipo de trabajo: Carlos Almansa, Ferran VenturaUna serie de muros zigzagueantes recorren todo el edificio a modo de espacio fluido el cual se nutre de la moldeabilidad de la materia blanda, un espacio desdinado a la contemplación de la vida. Se busca esta materialidad para dar a entender que es un lugar que puede estar en construcción continua y se puede levantar por el propio usuario careciendo de toda precisión, ya que está se encuentra en la concepción climática del propio edificio. Desde el inicio, el proyecto plantea la creación de un patio estructurante que sea capaz de organizar toda la edificación. La solicitud desde el concurso de la construcción de 12 viviendas hacen que se busque la máxima edificabilidad para conseguir las viviendas solicitadas, pero prestando gran atención a la construcción de dicho patio, dilatandose en las zonas que las viviendas lo permiten. En estos patios se aprovecha para ubicar una serie de árboles, tanto de los existentes en la parcela como de nueva plantación, para crear un espacio microclimático propio convirtiendo al lugar en un espacio de disfrute para los vecinos.
