lunes, 14 de junio de 2010

Entregado concurso Hospedería de Turismo en Herrera del Duque. (Badajoz)

equipo de trabajo: Isabel Alcala, Carlos Almansa, Barbara Henk, Ferran Ventura

"El hombre que viaja y no conoce todavía la ciudad que le espera al cabo del camino, se pregunta cómo será el palacio real, el cuartel, el molino, el teatro, el bazar. En cada ciudad del imperio cada edificio es diferente y está dispuesto en un orden distinto: pero apenas el forastero llega a la ciudad desconocida y pone la vista en aquel conglomerado de pagodas y buhardillas y henares, siguiendo el entrelazarse de canales huertos vertederos, distingue de inmediato cuáles son los palacios de los príncipes, cuáles los templos de los grandes sacerdotes, la posada, la cárcel, los bajos fondos. Así se confirma la hipótesis de que cada hombre lleva en su mente una ciudad hecha sólo de diferencias, una ciudad sin fisuras y sin forma, y las ciudades particulares la rellenan."
                                        Las ciudades invisibles. Italo Calvino.


En Zoe (hospedería) no es así. En cada lugar de esta ciudad se podría sucesivamente dormir, descansar, leer, relajarse, transitar, jugar, refrescarse, comer, oler, disfrutar. Cualquier árbol podría cobijar a un transeúnte o al pequeño caracol que busca alimentarse del rocío. El viajero da vueltas y vueltas y sólo tiene dudas: como no consigue distinguir los puntos de la ciudad, se le mezclan incluso los puntos que en su mente son distintos. De eso se deduce lo siguiente: si la existencia en todos sus momentos es enteramente ella misma, la ciudad de Zoe es el lugar de la existencia indivisible. ¿Pero entonces, por qué la ciudad? ¿Que línea separa el dentro y el fuera, el estruendo de las ruedas del aullido de los lobos?
                                                           adaptación.

El proyecto propone la construcción del lugar a modo de una pequeña ciudad que incorpora distintos elementos del entorno inmediato. La vertebración de un territorio mediante pequeñas parcelas que incluyen casas de aperos, huertas particulares, muros delimitadores, arroyos serpenteantes, tapices de verde, conjuntos de árboles, etc, es el principal motivo para la definición del proyecto. Se traduce esto, dotando a cada habitación de la hospedería, este conjunto de elementos que crean un espacio de una gran calidad ambiental y sensitiva. Cada habitación tiene por tanto su propia cuota de paisaje, de agua, de descanso, de huerta, de árbol, de matorral, de jardín, de recorrido, de banco, de descanso, de visuales. Unos elementos que conectándolos entre si conforman el "Jardín de la relajación". Un lugar por el que transitar cuando el viajero llega cansado de su ruta diaria, encontrándose; caminos de agua con distintas piedras que crean el sendero del masaje, tramos de madera que conectan las habitaciones, bancos junto al agua que invitan al descanso, árboles que cobijan, flores que agudizan el olfato, alfombras de césped que verdea y amarillea, montículos para la lectura, en definitiva espacios para la experimentación de sensaciones con lo cinco sentidos.